Madrid, 28 de octubre de 2012 – El 28 de octubre de 2012 será una fecha que quedará para siempre ligada a la historia del patinaje español, pues ha sido en la que Javier Fernández ha obtenido la primera victoria de un patinador de nuestro país en una prueba del Grand Prix. Además lo ha hecho a lo grande, ganando tanto en el programa corto, como en el largo con marca personal en ambos y sacando algo más de 10 puntos al bicampeón mundial Patrick Chan y, encima, en la patria de éste.
Las sensaciones de los entrenamientos eran muy buenas, en el calentamiento se le vio realizar un cuádruple metz sin esfuerzo alguno y, además, el programa de Chan no había sido todo lo bueno que cabría esperar. En aquel momento sacábamos calculadora y se necesitaba superar los 157.56 puntos, una marca asequible para Javier. Todo marchaba sobre ruedas, sin embargo en el inicio de su programa de Chaplin, nos quedábamos sin aliento. Se colocaba mal en el aire en el cuádruple metz y se iba al suelo cuando apenas tenía completadas tres vueltas (GOE -2.10) y punto de deducción por la caída. Los fantasmas de la temporada pasada asomaban su fea cara. Sin embargo, echando mano de la casta de un campeón, se fue a por su segundo cuádruple, el salchow, que realizaba magistralmente (GOE +1.71). Posteriormente, presentaba un gran triple axel (GOE +0.57).
En la pirueta baja cambiada perdió un nivel, siendo valorada como tres, pero la ejecutó limpiamente (GOE +0.21). Cuando la música cambiaba a un ragtime, mostraba la serie de pasos repleta de dificultad e interpretación, que fue valorada como nivel 4, GOE +1.50, lo que equivale a que los jueces dieron entre +2 y +3, o sea, la perfección. De nuevo en la piel del Chaplin melancólico afrontaba el tercer cuádruple, otro metz, que aterrizaba y combinaba con un doble (GOE +0.71), salto importantísimo porque sumaba 12.76 puntos, al verse bonificado por ser realizado en la segunda mitad del programa. Con todo encarrilado de nuevo, tocaba aguantar, algo que hizo muy bien en la combinación triple lutz + doble metz (GOE +0.10) y, en el triple bucle (GOE +0.30), realizado tras un águila extendida en el espacio.
Bajo las notas de la banda sonora de “Candilejas” clavaba otra estupenda combinación triple flip + turen + triple salchow (GOE +0.50). Elemento nuevo para Javier, que le reportaba 11 puntos y, como todos los saltos realizados después de la serie de pasos, recibían bonificación de tiempo. En la pirueta saltada con variación de posiciones se quedó en nivel tres con algunos giros lentos e imprecisos, lo que generó una penalización de -0.04. De nuevo, se vino arriba con la serie de pasos coreográficos que, de estándar, es de nivel 1 (GOE 1). Cerraba la cuenta de los saltos con un buen triple salchow (GOE +0.50). En su último elemento, la pirueta combinada de nuevo tampoco logró nivel 4, pero la realizó muy correctamente (GOE +0.57).
Hay que destacar la tremenda fortaleza mental de Javier Fernández, que pudo enderezar un programa que empezaba fatal realizando dos cuádruple más y tres elementos saltados de más de 10 puntos. Es cierto que las piruetas flojearon un poco, perdiendo un nivel en todas ellas, pero es que no podemos pedir la perfección a algo que ya se le acerca bastante: 168,07 nueva marca personal.
Ante ese contenido técnico apabullante y con una coreografía deliciosa, que nos dejaba ver a un Fernández unas veces tierno y unas veces cómico, pero siempre, estupendo en su papel, las notas de componentes fueron altísimas. Abarcaron de 8.14 en transiciones al 8.64 en interpretación, llegándose a ver puntuaciones de 9.25.
Fernández se marcha de Canadá con los galones de campeón, dos marcas personales, la victoria sobre Chan, la sensación ante los jueces de que es capaz de saltar, girar, hacer pasos e interpretar y, sobre todo, superando sus fantasmas pasados ¿Alguien da más?
FOTO: Javier Fernández (imagen cedida por Skate Canada)