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"Una pareja de patinaje, generalmente, es más difícil que un matrimonio"

"Una pareja de patinaje, generalmente, es más difícil que un matrimonio" - HIELO ESPAÑOL

Entrevista a Marcelina Lech y Aritz Maestu

 

Madrid, 16 de diciembre de 2015 - A pesar de que su capacidad para los triples le llevó a competir internacionalmente como individual júnior, su gran estatura (1,88) parecía predestinarle a la modalidad de parejas, disciplina por la que se decantó en 2010. De la mano de los técnicos Miguel Alegre y Emma Baxter, abandonó su Donosti natal para residir en Jaca, donde formaría dúo con Alexandra Rodríguez Long, llegando a participar en el mundial júnior de 2011 quedándose en la ronda preliminar. En mayo de 2012, encontraría una nueva compañera (la rusa Veronika Grigoreva), junto a quien que saltaría a la categoría sénior con la 20ª posición del europeo de 2013, como participación más destacada. La última etapa de este combinado, que se disolvió en 2014, transcurrió en Torun (Polonia), donde se mudaron para trabajar a las órdenes de Dorota y Mariusz Siudek. Allí conocería a su actual pareja: Marcelina Lech (Varsovia, 20 de noviembre de 1996), una patinadora que había competido a nivel internacional con Jakub Tyc. HIELO ESPAÑOL tiene el placer de charlar con Aritz Maestu (San Sebastián, 19 de septiembre de 1990) que nos habla de sus perspectivas de cara a la temporada y nos presenta a su otra mitad en la primera entrevista que, como equipo, conceden a un medio de nuestro país.

 

Aritz, la temporada pasada cambiaste de pareja ¿por qué decidiste dar este paso y qué cualidades te hicieron decantarte por Marcelina?

(Aritz). No fue una decisión fácil. Tras un tiempo meditando, Veronika y yo nos dimos cuenta de que teníamos formas diferentes de entender el trabajo en equipo. Marcelina, a la que conocí hace seis años en un stage celebrado en San Sebastián, entrenaba con nosotros en Torun. Ella estaba buscando pareja, de hecho estaba a punto de desistir, y Mariusz Siudek me propuso probar. Desde el primer momento vi que, además de las cualidades físicas necesarias para esta modalidad, era una chica muy luchadora, trabajadora y alegre, lo cual es importante cuando se van a pasar tantas horas juntos.

 

Con apenas unos meses de entrenamiento, lograsteis las mínimas europeas y os quedasteis relativamente cerca de las mundiales ¿esperabais una adaptación tan rápida?

(Marcelina). Fue fácil comenzar a trabajar con Aritz. Desde el principio, trabajamos duro y nos centramos en nuestros objetivos. Estoy satisfecha con lo conseguido la pasada temporada, tenemos un gran potencial y mucho camino por recorrer.

(Aritz). Ya en el inicio, la gran mayoría de los elementos funcionaron bien. Todavía hay alguno que nos gustaría tener mejor, pero tiempo al tiempo.

 

Lamentablemente, vuestra temporada fue muy corta pues el transfer de Marcelina no se completó a tiempo para el europeo y tampoco pudisteis ir al mundial, en este caso, por no tener las mínimas ¿os desanimó o ya contabais con ello?

(Marcelina). No fue una sorpresa porque las reglas de la ISU son claras y no se pueden cambiar. Nada ocurre sin un motivo y pienso que esto, incluso nos benefició, pues podremos afrontar nuestro debut en europeos y mundiales con mucha más experiencia y preparación.

(Aritz). Llegamos a contactar con la federación internacional para poder tomar parte en el europeo y, como era de esperar, no hubo suerte. Fue una pena quedarnos tan cerca de las mínimas mundiales, pero eso significa que son factibles y que, con esfuerzo, las conseguiremos. 

 

Cerrasteis la temporada pasada en febrero con la Challenge Cup ¿cómo os habéis estado preparando en estos meses que han transcurrido?

(Marcelina). Por diferentes problemas de salud que padecí, como el desgarro muscular en ambos brazos, empezamos a trabajar bastante más tarde de lo habitual, en el mes de julio. Además nos llevó un poco de tiempo recuperar la seguridad en los elementos. Pero, superados estos baches, tuvimos dos semanas bastante duras de acondicionamiento físico de cara al comienzo de la nueva temporada.

 

Adelantadnos un poco qué vamos a ver en vuestros programas en cuanto a elementos y coreografía.

(Marcelina). Mantenemos el corto (banda sonora de la película “La vida es bella”) pero cambiamos el largo (musical “Cantando bajo la lluvia’). Es una melodía con la que podemos bailar y divertirnos. Atentos porque hemos incluido un pequeño tributo español.

(Aritz). Veréis elevaciones con mayor dificultad y elementos más pulidos. En el largo, al ser un tempo tan rápido, ha sido complicado encajar algunos movimientos, pero lo estamos consiguiendo.

 

Esta temporada ya habéis competido en dos pruebas, quedando octavos en la Copa de Varsovia y, undécimos, en el Golden Spin ¿cómo os habéis encontrado?

(Marcelina) Después de un duro y tardío inicio de temporada, participamos en la Copa de Varsovia, una prueba especial porque se celebraba en mi ciudad natal. Tuvimos unos cuantos fallos y el resultado final no demostró lo que realmente podemos hacer. Con tan sólo un par de días entre medias, viajamos a Zágreb y nos pasó un poco lo mismo. En los entrenamientos los elementos funcionan mejor cada día que pasa, sólo necesitamos más tiempo para perfeccionarlos de cara a las competiciones.

 

Aritz, el campeonato de España es en tu tierra, San Sebastián ¿te presiona o te motiva?

(Aritz). Toda competición implica presión pero, en este caso, yo diría que me motiva porque tendremos el apoyo de la familia, amigos y de los ‘peques’ a los que ayudo cuando estoy en casa.

 

Este año tenéis confirmada la presencia en el europeo y volveréis a intentar las mínimas mundiales ¿qué expectativas tenéis de cara ambas citas?

(Marcelina). La belleza de este deporte reside en su imprevisibilidad. El objetivo son las mínimas mundiales y, el fin último, patinar lo mejor que podamos y demostrar nuestro potencial. Los resultados vendrán antes o después.

 

Aritz, se habla mucho de los emigrantes del patinaje español en Canadá, pero tú también entrenas en otro país. Aunque Polonia es una nación considerablemente más asequible ¿cómo es residir allí y cómo lo afrontas económicamente?

(Aritz). Como la gran mayoría de personas que tiene que emigrar por cualquiera situación, es complicado y hay que adaptarse. Es un país relativamente barato, pero es necesario costear la estancia. Para ello cuento con la gran ayuda de mi familia, en especial mi madre y mi hermana, de la Federación Española de Deportes de Hielo (FEDH) y luego trabajo dando clases de patinaje a niños, como buenamente puedo en polaco (se ríe).

 

Hablando de eso, el sobrenombre de tu pareja en Instagram es ‘Halfspanishgirl’ ¿eres un ‘Halfpolishguy?, ¿estás aprendiendo polaco o te planeas residir de forma permanente allí? 

(Aritz). Nunca se me han dado especialmente bien los idiomas y, además, este en concreto muy complicado. Polonia es un país con muchos encantos pero la vida allí es muy diferente, con lo que no me veo quedándome ¡Como en España en ningún lugar!

 

Mirando más a largo plazo. Marcelina, ¿cuáles son vuestros objetivos de cara a los próximos años?

(Marcelina). En la temporada 2016-17, todos los patinadores lucharemos por la plaza olímpica pero, para llegar a los Juegos, necesitaré la nacionalidad española que será el siguiente paso. Todavía nos queda un largo camino, no sólo dentro, si no también fuera del hielo, pues estoy aprendiendo castellano.

 

Actualmente sois la única pareja sénior de nuestro país ¿qué creéis que se debería hacer para impulsar la categoría?

(Marcelina). La FEDH está trabajando en ello, por ejemplo con el seminario de verano en Madrid, pero hay muchas cuestiones externas que influyen en su creación (cuestiones físicas, nivel, nacionalidad, objetivos o situación económica). También hay que recordar que una pareja está formada por dos personas que se tienen que convertir en un ‘cuerpo perfecto’. Y eso es, generalmente, más difícil que un matrimonio (comenta entre risas).

(Aritz). El patinaje es una modalidad ya de por sí difícil pero, poco a poco, estamos consiguiendo que salga adelante en España. Formar parejas es muy complejo porque necesitas chicas pequeñas y ligeras y chicos altos y fuertes. Mucha gente de nivel se queda por el camino por no encontrar compañero adecuado. Una vez formado el equipo, al tener que trabajar como una unidad, se suelen crear conflictos y hay que saber gestionarlos. En un futuro, cuando haya aprendido todo lo que pueda de esta modalidad, me gustaría luchar por sacar adelante más parejas españolas.