Madrid, 18 de marzo de 2016 – Con un discreto balance se cerraba este mediodía la participación de España en el campeonato del mundo júnior de patinaje artístico sobre hielo, que se está disputando estos días en la ciudad húngara de Debrecen. Como ya sucediera el año pasado, nuestro país no lograba clasificar a ninguno de sus dos representantes (en esta edición Héctor Alonso y Maëva Gallarda) para la final, si bien sus rendimientos fueron bastante diferentes.
El primero en saltar a la pista del Fönix Arena era Héctor Alonso que debutaba en esta competición con un orden de salida bastante desfavorable, el quinto del total de 38 patinadores que tomaron parte en el corto masculino. El madrileño arrancaba su ejercicio con una potente combinación triple lutz + doble toe, en la que sobregiraba la salida y apoyaba el pie libre, generando una penalización de -1,4. Posteriormente, aterrizaba un buen triple flip. Con apenas unos pasos de conexión desde este salto, ejecutaba una pirueta ángel cambiada de nivel tres y un limpio doble axel tomado desde diferentes variaciones de águila. El error más importante tenía lugar en la pirueta baja saltada, en la que perdía toda la inercia del giro tras un despegue deficiente. Este elemento era considerado como nivel ‘B’, es decir básico, y marcado con la deducción ‘V’, por lo que recibía un valor de base de tan sólo 1,2 y una deducción de -0,9. En la serie de pasos se quedaba en el nivel dos, mientras que la pirueta combinada fue de nivel 4. Si en la parte técnica tuvo algunas imprecisiones, en los componentes fue sencillamente brillante, vendiendo con mucha personalidad su coreografía de “La máscara”.
Cuando se escuchaban las puntuaciones: 25,44 para los elementos técnicos y 25,97 para los componentes (que oscilaron del 5,04 en transiciones al 5,29 en interpretación) total 51,41 (mejor marca en prueba ISU), se escuchaba a su entrenador, Jordi Lafarga decir: “Nada… A casa”, mientras que Héctor se lamentaba porque había entrenado muy bien.
A pesar de que no consiguió su objetivo de pasar a la final, pues terminó 27º en su primer mundial júnior, este patinador tuvo un buen rendimiento en una competición muy exigente. Baste decir que la nota de corte, 56.87, fue superior a la del campeonato de Europa sénior.
La que, desde luego no puede estar satisfecha, es Maëva Gallarda que, este mediodía, terminaba la 44ª, es decir, la última en el programa corto femenino con una pobre puntuación de 29,65. Esta patinadora nacida en Perpiñán y residente en Toulouse, comenzaba sobregirando la salida de uno de sus mejores saltos, el doble axel (penalización -1,14). Parece que este error minó su confianza para intentar la combinación triple bucle + doble toe, en la que caía a la mitad del primer salto y omitía el segundo. Tras un pequeño titubeo en la pirueta baja saltada nivel tres, dejaba en sencillo el doble flip que, por tanto, era anulado. Cerraba con la serie de pasos nivel dos y llegando al tres en las piruetas combinada y techo.
Al tener fallos en los tres saltos y un elemento eliminado, la puntuación técnica fue muy baja: 13.87, que se sumó a los 16.87 de componentes para totalizar 29.65, muy lejos de lo que es capaz de hacer. Hay que resaltar que, a pesar de los pesares, siguió interpretando su ejercicio y mostró una actitud muy positiva en todo momento.
FOTOS: Héctor Alonso y Maëva Gallarda escuchan sus puntuaciones junto a la responsable de patinaje de la FEDH, Laia Papell y sus entrenadores, Jordi Lafarga y Baptiste Porquet.