Budapest, 14 de enero de 2014 – Ataviado con una cazadora de Bosco y unos vaqueros, Javier Fernández entra en la sala de prensa del Syma Hall. Con el pelo bastante más corto y gafas de ver (patina con lentillas), como de costumbre, es todo sonrisas y sencillez. Nada hace parecer que, tras esa apariencia tan cercana, se esconde todo un campeón de Europa. Es martes y, en unos días, defenderá en Budapest el cetro conseguido el año pasado en Zágreb. Parece tranquilo, los entrenamientos han ido bien y los cuádruples fluyen. Ahora toca realizar una de las decenas de entrevistas que concederá a lo largo del campeonato. Como siempre, responde confiado y con un carisma que trasciende las palabras.
P. ¿Qué esperas de este campeonato de Europa?
R. Pues me gustaría revalidar el título europeo. No sólo por mí, sino también por el numeroso equipo español que está presente en esta competición y por los fans de nuestro país que van a venir y que, a lo mejor, el año pasado no pudieron estar en Zágreb. Sería una gran ilusión ‘darnos una fiesta’ por así decirlo entre todos los que seguimos el patinaje, deportistas y aficionados.
P. Es decir que, si ganas, invitas a una ronda ¿No?
R. Ah… Eso depende del número de fans que haya porque, lo mismo me junto con cinco mil (se ríe) que, aunque no va ser el caso, podría ser (continúa riéndose).
P. ¿Quiénes consideras como tus rivales más directos?
R. Hay muchos patinadores con gran nivel que, si me despisto, se ‘me suben la chepa’. Por poner algunos ejemplos, podemos citar a Maxim Kovtun, a Florent Amodio porque, aunque no ha tenido una buena racha de competiciones esta temporada, sigue siendo un gran patinador o Michal Brezina y Tomas Verner. Dependiendo de la competición, cada patinador sube o baja de nivel, con lo que es muy difícil saber quién realizará unos buenos programas. Lo único que tengo que hacer es no relajarme y dar el 100% cuando esté dentro de la pista. Yo creo que no hay relajarse pero tampoco estresarse demasiado, aunque yo no soy de los que se estresan, más bien al revés.
P. España acude a Budapest con la delegación más numerosa de su historia, nada menos que ocho patinadores. ¿Qué significa para ti?
R. Pensar que, pongamos hace cuatro o cinco años, había uno o dos patinadores y que ahora somos ocho es alucinante. Ha sido una evolución bastante grande, que ha sido posible gracias a todos los apoyos que recibimos del sistema deportivo español como desde la Federación Española de Deportes de Hielo o el Consejo Superior de Deportes. Cada organización que nos está ayudando, posibilita que el patinaje crezca poco a poco. Sólo espero que, después de nuestra generación, haya otra que consiga lo mismo o más que la nuestra para que este deporte siga subiendo a nivel nacional e internacional y que pueda tener el reconocimiento del que gozan otros.
P. Hay muchos patinadores españoles, pero también muchos fans de nuestro país…
R. La verdad es que sí, pero es lógico. Cuantos más patinadores españoles haya, más fans se animarán a venir.
P. ¿Cuándo termines el campeonato, vuelves a Madrid con tus padres o a Toronto a seguir entrenando de cara a Sochi?
R. En principio, voy directo a Toronto, pero hay que ver el resultado. Si es bueno, haría como el año pasado, ir a Madrid para atender a los medios de comunicación puesto que no pueden venir a la competición. Luego volvería a Canadá.
P. Hablando de asistencia medios, como de costumbre, en este campeonato sólo hay un medio español cubriendo in situ (Hielo Español) ¿Teniendo un campeón de Europa y un equipo tan numeroso, no crees que debería haber alguno más?
R. Con el momento que está viviendo el patinaje español, posiblemente debería haber alguno más pero, como me comentan mis amigos periodistas, en la prensa hay muchos recortes y eso, muchas veces, les imposibilita viajar para vernos a nosotros o a Rafa Nadal. Lo importante no es que estén aquí, sino que se interesen por el patinaje.
P.¿Tienes alguna manía, algo que dé suerte o que, por el contrario, evites?
R. La verdad es que no soy un patinador maniático. Hay algo que hago, que la gente ve como manía pero que, en realidad, es práctico y beneficioso. Cojo una rodaja de limón y, dos minutos antes del programa, me la meto en la boca. El limón estimula la salivación, evitando que la garganta se reseque, lo que facilita la respiración. Antes me cansaba mucho en los programas porque tenía dificultades para respirar y, con este truquillo, lo tengo solucionado.
FOTO: Un sonriente Javier Fernández atiende a nuestra entrevista.