Madrid, 24 de noviembre de 2012 – Lo comentábamos ayer, salvo catástrofe en el programa libre del NHK, Javier Fernández se metería, por segunda vez en su carrera deportiva, en la final del Grand Prix. Pues bien, pasaporte para la final conseguido, pero lo cierto es que su prestación en el largo ha sido bastante por debajo de lo esperado. Cosas del deporte.
El madrileño ha logrado una puntuación de 146.55, la quinta de todos los participantes, lo que le ha hecho bajar de la tercera posición que traía tras al corto, hasta la cuarta de la clasificación general con un total de 232.78. Al final ha sido superado, no sólo por los japoneses Yuzuru Hanyu y Daisuke Takahasi, sino también por el norteamericano Ross Miner.
En el calentamiento se había marcado una estratosférica combinación cuádruple + triple metz, pero al inicio del programa se le veía muy tenso. Esa tensión parece que le afectó en este mismo elemento, que dejaba en un cuádruple metz solo, completamente sobregirado (GOE -2). Respirábamos aliviados cuando, como sucediera en el Skate Canada, tras fallar su primer cuádruple bordada el segundo, el salchow (GOE +2.14), al otro lado de la pista. Al dejar en doble el triple axel (GOE +0.21), sabíamos que algo no iba bien.
En la pirueta baja cambiada perdió un nivel, viéndose catalogada como nivel tres, pero la realizó de manera correcta (GOE +0.29). Exactamente lo mismo sucedió en la serie de pasos, pero la calidad de ejecución fue mucho mejor (GOE +1). En el tercero de los cuádruples, de nuevo el metz, tenía una caída (GOE -3), que le desconcentraba muchísimo y, acto seguido, en un simple gesto de cruce hacia atrás se iba al hielo con la consiguiente penalización. En el triple lutz se sobregiraba y apoyaba la pierna (GOE -1.50). Después de unos minutos realmente malos, volvía con dos buenas combinaciones: triple bucle + doble metz con entrada de águila (GOE +0.30) y triple flip + turen + triple salchow (GOE +0.60). Todos los saltos desde el cuádruple con caída se veía venían bonificados por realización en la segunda mitad del programa.
Mantuvo la cabeza fría para presentar la pirueta saltada con variación de posiciones en nivel 4 (GOE 0). Lógicamente, los errores pesaban y la serie coreográfica no fue no todo lo fluida y artística que debiera, pero sí correcta (GOE +0.90). En el último de los saltos, el triple salchow, de nuevo se sobregiraba mucho (GOE -1.70). Cerraba con la pirueta combinada en la que, de nuevo arrastraba un fallo que suele tener, y se veía relegada a nivel 1 (GOE +0.21).
Programa de pesadilla que, lógicamente, recibía una nota técnica muy flojita de 73.27, sólo por delante del canadiense Rogozine. Al final, le han mantenido, su prestación ayer en corto y la nota de componentes. Estamos ante un grandísimo patinador y deportista, sencillamente estas cosas pasan.
Todos los fallos técnicos, arrastraron la nota de componentes que abarcó del 7.21 en ejecución al 7.86 en coreografía para dar una puntuación de 75.28. Posteriormente, había que descontar los dos puntos por sendas caídas.
Día para olvidar, pero billete para Sochi y ahora a pensar en la final en la que se han clasificado, nada menos, que cuatro japoneses: Yuzuru Hanyu, Takahiko Kozuka, Daisuke Takahasi, Tatsuki Machida, que se suman al canadiense Patrick Chan y a nuestro Javier Fernández.