Madrid, 22 de noviembre de 2014 – Sin posibilidad de clasificarse para la final de Barcelona pero con la gran sensación dejada ayer en la danza corta, Sara Hurtado y Adriá Díaz afrontaban con mucha confianza su participación en la fase final del trofeo Eric Bompard, disputada esta tarde en Burdeos (Francia).
Tras una magnífica actuación en la danza libre, donde lograron mejor marca personal (88.46 puntos), finalizaron en cuarta posición (146.10), lo que no sólo es un gran resultado, sino también, su mejor prestación en una prueba de Grand Prix.
Comenzaban su ejercicio titulado “Las tres caras del amor” con una elevación en rotación nivel 4 (GOE +0.51). En la serie de pasos en círculo, no llegaban al nivel 3 buscado (se quedaban en el 2) pero la realizaban perfectamente (GOE +1.10). Tras un levantamiento en línea recta nivel 4 (GOE +0.77), venían los siempre difíciles twizzles (nivel 4), donde giraban perfectamente al unísono las tres variaciones, siendo el elemento mejor ejecutado de su programa (GOE +1.11).
En la segunda mitad, colocaban la media línea de pasos, donde sí conseguían el nivel 3 (GOE +0.79). En la pirueta en pareja, que en alguna ocasión les ha dado problemas, también lograban la máxima dificultad (nivel 4) y la desarrollaban sin problemas (GOE +0.69). En la parte final, presentaron una espectacular elevación en curva sin apoyo de brazos nivel 4 (GOE +0.86) y el levantamiento coreográfico (GOE +0.86).
A excepción de ese nivel que fue en los pasos en círculo, programa cuasi perfecto con bonificación en los ocho elementos de los que consta la danza libre. Esto hizo que la valoración técnica fuera muy elevada: 45.39 puntos, a menos de un entero de la pareja que se llevó la medalla de bronce, los norteamericanos Hubbell y Donahue. Donde se marcaron, claramente, las diferencias con los dúos que subieron al podio fue en los componentes, que siendo bastante buenos (43.07 puntos, del 6.89 en transiciones al 7.46 en coreografía) evidenciaron que para los jueces todavía no es una pareja top. Una lástima, pues su danza libre muestra un patinaje muy estilizado y maduro, en una propuesta muy romántica y completamente diferente a sus programas anteriores.
Al finalizar, afirmaban que "veníamos a Burdeos a hacer nuestro trabajo, que era clavar todos los niveles y mostrar dos programas mucho más pulidos y trabajados. Hoy los programas han llegado a los jueces y además les ha gustado, algo que nos anima a seguir trabajando más y mejorarlos. Ya estamos en 88 puntos, por lo que ahora hay que seguir creciendo y sumando puntos”.
Sin duda, Hurtado y Díaz están en plena forma para afrontar sus siguientes retos.