Oberstdorf (Alemania), 27 de septiembre de 2013 – El día de hoy ha sido uno de los más tristes, que se recuerdan en la reciente historia del patinaje español. Sonia Lafuente ha tenido que decir adiós a su sueño de participar, por segunda vez, en unos Juegos Olímpicos al finalizar 26ª en el Nebelhorn Trophy, muy lejos de seis puestos que daban acceso a Sochi.
Sonia llegaba a esta importante cita mermada físicamente por una distención en el abductor, que no le había permitido entrenar al máximo nivel hasta hace una semana. Esta circunstancia ha sido decisiva, pues no ha podido afrontar este reto en la forma que a ella le hubiera gustado.
Si ayer terminaba vigésima el programa corto y, estaba a ocho puestos del pasaporte olímpico, esta tarde-noche las cosas fueron a peor. Comenzaba su programa libre de “El Fantasma de la Ópera” con el flip, que dejaba en doble. Posteriormente sufría una caída en el triple toe. Y de ahí se vino abajo con una sucesión de globos en los saltos. Únicamente las piruetas, se mantuvieron al nivel. De un programa así, lo de menos es la crónica de los elementos que, simplemente, no estaban. Esto resintió tremendamente la nota de componentes, que fue del 4.50 en transiciones al 5.04 en habilidades de patinaje. Su puntuación final fue de 66.84, muy lejos de los más de 100 que logró en el pasado europeo.
Al terminar, Sonia se venía abajo y rompía a llorar, mientras su entrenador, Iván Sáez y la Vicepresidenta de la Federación Española de Deportes de Hielo (FEDH), Gloria Estefanell trataban de consolarla. Como le decían, las lesiones no respetan, pero hay que seguir adelante porque la vida continúa. Es joven y tiene talento, con lo que todavía tiene mucho tiempo para conquistar las cimas deportivas que se plantee. Desde aquí le mandamos todo nuestro cariño y ánimo.