Madrid, 15 de enero de 2014 - ¡Las vueltas que da la deporte! Hace unos meses, Marta García no tenía claro su futuro, ni si la federación española contaba con ella. In extremis, logró su billete para Budapest en el que era su debut y, este mediodía, nos ha dado una gran alegría al clasificarse para la final femenina del campeonato de Europa tras finalizar vigésima el programa corto con una puntuación de 44.61, que es nueva marca personal.
Marta llegaba Hungría con ganas y consciente de que no tenía nada que perder y sí mucho que ganar. Los entrenamientos habían ido muy bien y eso siempre da confianza. Templando muy bien los nervios, comenzaba con una perfecta combinación triple bucle + doble toe, que era bonificada en ejecución con +0.10. En el triple salchow precedido de pasos, el peso estaba fuera del círculo y se sobregiraba provocando una deducción de -2, en el que fue el único error de su programa. En la pirueta combinada llegó al nivel 4 pero una rotación un poco desplazada al final se tradujo en una ligerísima de deducción de -0.04. El último de los saltos, el doble axel, lo solventaba sin problemas (GOE +0.14), lo mismo que la pirueta baja saltada nivel 3 (GOE +0.14). Jaleada por el resto del equipo y numerosos fans españoles, concluyó con una estupenda serie de pasos nivel 3 (GOE +0.36), muy bien interpretada y con una muy rápida pirueta techo nivel 3 (GOE +0.50).
A excepción del fallo en la salida del salchow, programa prácticamente perfecto, consiguiendo los elementos y niveles buscados, que se traducía en una nota técnica de 24.90 puntos. Patinó con mucha fuerza y pasión lo que no se vio del todo reflejado en la valoración de componentes, que fue 19.71 puntos (del 4.64 en transiciones al 5.07 en ejecución). Sin duda, el ser prácticamente desconocida para los jueces ha jugado en su contra.
Cuando terminó, rompió a llorar y no es para menos. Tras una carrera llena de obstáculos, había llegado su momento y había brillado. Todo el esfuerzo realizado, tanto por ella, como sus padres, con frecuentes cambios de residencia en busca de mejores condiciones de entrenamiento había dado su fruto. El viernes accederá a final donde, independientemente de lo que pase, debe salir a disfrutar pues se lo ha ganado. Enhorabuena para Marta y sus entrenadores Iván, Carolina y Jordi.
Al terminar su competición afirmaba que “se sentía muy bien”. “Ha merecido la pena pasar por todo para llegar hasta aquí, he luchado y me he tenido que mover de un sitio a otro para lograr los puntos para poder estar. Cuando llegué a Budapest no estaba nerviosa. Me encanta la calidad del hielo y creo que es la vez que más he disfrutado patinando, iba mirando a las cámaras y al público. Antes casi no transmitía porque estaba demasiado centrada en los saltos a los que tenía miedo. Cuando terminé y vi todas las banderas españolas y toda la gente que nos está apoyando, he llorado de pura emoción”.
La otra cara de la moneda la ha protagonizado Sonia Lafuente que, tras un corto con bastantes fallos, ha terminado en 28ª posición y, por tanto fuera de la final, con una pobre puntuación de 38.43. De ser séptima de Europa el año pasado, ha pasado a finalizar vigesimoctava. La cara triste del deporte.
Comenzaba mal, realizando un doble en el intento de triple flip. Al no estar permitido hacer un doble, a este salto que, tan sólo vale 1.8 de base, se le aplicaba la máxima penalización, -0.90. Lograba aterrizar la combinación triple bucle + doble toe, pero en el primero se comía un cuarto de vuelta (GOE -0.70). En la pirueta combinada no llegaba el nivel que buscaba, el cuatro, quedándose en el tres (GOE 0). Bastante desanimada afrontaba el doble axel en la segunda mitad del programa donde, de nuevo, hacía globo. Como el pasara al flip, al no poder hacer sencillo, al valor de 1.21 del axel simple se le restaba -0.60. La pirueta ángel saltada era catalogada como nivel 2 (buscaba el tres) y GOE 0. Sí que conseguía los niveles planeados en la serie de pasos y la pirueta techo, que eran valorados como tres y recibían grados de ejecución de +0.07 y +0.43, respectivamente.
Todos estos errores se reflejaron en la nota técnica, que fue muy baja: 17.21 puntos. Un poco superior fue la de componentes, 21.22 puntos, del 5.18 en transiciones y ejecución al 5.50 en habilidades del patinaje para un montaje que, si bien no tuvo los elementos al nivel, sí que estaba cargado de coreografía, elegancia, deslizamiento y transiciones. La verdad es que tuvo muy mala suerte porque, a nada que hubiera realizado el doble axel, se hubiera clasificado para la final.
En zona mixta afirmaba: “Me siento desanimada, más que nada porque he estado entrenando muy duro y no consigo que los resultados se vean en competición y eso es lo peor de todo. Estoy trabajando más de lo que lo he hecho en mi vida, estoy en forma y los entrenamientos están saliendo bien pero después no sé, hay algo en mi cabeza que no está terminando de funcionar a la hora de salir a la pista”.
Desde el preolímpico del Nebelhorn que afrontó recién salida de una lesión, Sonia no levanta cabeza, pero hasta el mundial queda mucho tiempo. El europeo es capítulo cerrado y ahora hay que pensar en el siguiente. Desde aquí le mandamos mucho ánimo.
FOTO: Marta García durante su programa corto. Imagen realizada por Irene Villalón.