Madrid, 10 de marzo de 2014 – Habría que tirar de hemeroteca e ir a tiempos pretéritos para encontrar una delegación, tan pequeña como la que España presentará en el campeonato del mundo júnior, que arranca esta semana en Sofía (Bulgaria) tan sólo, un patinador, lo mismo que naciones como Tailandia y Madagascar. Por de pronto, es el peor dato en la última década y todo un contraste con las cacareadas cifras del campeonato de Europa y los juegos olímpicos. Imaginamos que, de este “record”, se hablará mucho menos.
En esta edición, sólo contaremos con la presencia del tetra campeón de España júnior, Víctor Bustamante, que tomará parte en la competición masculina, que se desarrollará el jueves (programa corto) y el sábado (programa largo). De este patinador, que el año pasado fue decimoctavo, se puede esperar lo mejor puesto que llega en plena forma y con nuevas dificultades.
Crónica de una situación anunciada
En los últimos años, concretamente, desde 2009 nos habíamos acostumbrado a llevar a la máxima competición júnior una media de cuatro patinadores, cifra que se superó en 2012, con hasta seis. Esto era posible porque, a las categorías individuales, se sumaban, fundamentalmente, las de danza (de 2009 a 2013) y, en menor medida, las de parejas de libre (en 2012).
Dado que, actualmente, los dos únicos combinados de danza que hay en nuestro país, Sara Hurtado / Adriá Díaz y Celia Robledo / Luis Fenero, compiten en sénior ya no podemos contar con estas plazas. Tampoco con las de parejas de libre puesto que, a día de hoy, también sólo tenemos dos dúos en esta modalidad: los sénior Veronika Grigoreva / Aritz Maestu y los novice Ton Cónsul / Mónica Carratalá que, el año que viene, subirán a júnior.
Aquí nos topamos con una de las asignaturas pendientes del patinaje español: la apuesta real y, a largo plazo, por las categorías de danza y parejas. El entrenamiento en el extranjero de la mayoría de nuestros dúos, ha condenado a nuestro país a no poseer escuelas especializadas en estas disciplinas (aunque hay proyectos trabajando en un nivel no de élite) y, por ende, a no tener relevo.
Centrados a la fuerza en las categorías individuales, el objetivo de España para Sofía 2014 hubiera sido dos patinadores (individual femenino y masculino), una cifra que ya se alcanzaba en tiempos anteriores a la creación de la Federación Española de Deportes de Hielo (FEDH). Lamentablemente, no hemos llegado ni tan si quiera a esto.
Usted me dice lesiones, yo le respondo planifique con tiempo
Dado que el campeón de España júnior Víctor Bustamante ya tenía en el bolsillo las mínimas técnicas, su puesto estaba más que asegurado. El problema residía en quién ocuparía la plaza de individual femenino.
Al ascender de la categoría novice, la campeona nacional, María Martínez, no tenía dichas marcas, con lo que se vio abocada a buscarlas en la Torun Cup y el Bavarian Open obteniendo, en Polonia, la del corto. Esta patinadora, que venía tocada de la espalda, hizo todo lo posible por llegar a las mínimas técnicas y, aunque competió con bravura, el hecho de no realizar saltos triples, hizo que la del largo se le atragantara. Lamentablemente, en la última oportunidad, la Challenge Cup, no pudo tomar parte por agravársele su lesión.
La segunda en discordia era la subcampeona de España, Elena Mangas a la que sólo le faltaba el requisito del largo que intentó, sin éxito, en el Bavarian Open. Al igual que su compañera tampoco pudo ir a la Challenge, en este caso, por problemas con su universidad. Destacar que esta deportista, que participó en el mundial júnior de 2012, no pudo acreditar sus mínimas de cara 2013 porque en una prueba en la que estaba inscrita, el NRW, se produjo un cambio en los días de competición y no pudo asumir el sobrecoste. Y es que llueve sobre mojado.
El argumento oficial será que España no llevará patinadora femenina por lesiones, mala suerte o vaya usted a saber, pero la realidad es más simple, no tendremos representación en chicas por la mala planificación de la FEDH, misma razón por la que no se usará la segunda plaza masculina en el mundial sénior.
Desde hace unos años, la Federación Internacional de Patinaje (ISU) establece que para competir en el europeo, el mundial júnior y sénior es necesario acreditar, en la temporada actual o la anterior, mínimas técnicas. Dado que se trata de un requisito obligatorio el primer objetivo de la federación debería ser que el mayor número de patinadores (júnior y sénior) contara con dichas marcas para luego seleccionar a través del campeonato nacional.
¿Se ha hecho esto en júnior femenino? Pues no. El número de pruebas internacionales en júnior femenino es, alarmantemente, bajo. De hecho, no hubo presencia alguna en pruebas de grand prix. Si apenas se compite y se hace con el tiempo justo, mal se lograrán las marcas. Cada año, nos encontramos campeonatos donde hay hasta tres representantes en novice modalidad que, al no tener mundial, no son necesarias las mínimas. Por contraposición, en estos torneos hay uno, a lo sumo dos, júnior. Habida cuenta de que sí necesitan las mínimas ¿Tan difícil es llevar más? El plan para este año ha consistido en un par de intentos de último minuto, deprisa y corriendo. Resultado: un año perdido para el júnior español. No vamos a entrar en comparaciones con otras categorías o modalidades porque podría resultar bochornoso.
María Martínez lesionada, Elena Mangas centrada en sus estudios universitarios ¿En España no hay más patinadoras? Pues sí: Maeva Gallarda, Idoia Fuentes, Irene Manau, Julia Ribas y, la también lesionada, Marta Cuní ¿Por qué no contamos con ellas? Algunas de ellas, no sólo hacen doble axel, sino algunos triples… Hay talento, sólo falta voluntad.
En Sofía 2014, España llevará la misma delegación que potencias, dicho esto con el máximo respeto, como Madagascar o Tailandia. Si no queremos que esto vuelva a pasar, la federación española debe planificar a medio / largo plazo no poner poner parches para el aquí y el ahora, que son pan para hoy y hambre para mañana. Lo que necesitamos es una ESTRATEGIA.