París, 11 de noviembre de 2016 - Eran 19:30 de la pasada tarde cuando Javier Fernández saltaba a la pista, del recientemente renovado Accord Arena, entre los aplausos del público que esperaba con expectación el programa corto del bicampeón mundial. En la delegación española había tranquilidad pues, el excelente rendimiento en la Rostelecom Cup la pasada semana y la ausencia de rivales de entidad en la prueba parisina, hacían pronosticar una segura victoria para el madrileño.
Pero algo inesperado sucedió. A los pocos segundos de comenzar su ejercicio con ‘La Malagueña’ de Ernesto Lecuona, Fernández se iba al hielo en el primer salto: el cuádruple toe que pretendía combinar (cosa que no pudo hacer) con un triple toe. Un grave error que le costaría unos cinco puntos (cuatro por fallo del elemento y otro más por la caída). Al no haber realizado todavía la combinación, un requisito obligatorio, estaba obligado a improvisar sobre la marcha conectando el siguiente elemento saltado, cuádruple salchow, con un triple toe. Tirando de sangre fría, lo lograba a la perfección para alivio de su entrenador Brian Orser. De ahí en adelante, bordó el resto: gran triple axel y nivel 4 en las tres piruetas y la secuencia de pasos, algo que conseguía por primera vez en lo que va de temporada. Cuando se escuchaba la puntuación, 96,57 puntos (mejor marca de lo que va de temporada), respiraba tranquilo porque sabía que era un registro difícil de batir por parte de sus rivales.
Sólo quedaba un escollo, el joven norteamericano Nathan Chen que, con tan sólo 17 años y poca experiencia en la categoría sénior, es capaz de lograr hasta cinco cuádruples en un programa largo, Javier Fernández ‘tan sólo’ hace tres. Esta nueva ‘máquina de patinaje’ nacida en Salt Lake City, maravilló en París realizando con perfección dos de los más complicados que existen: cuádruple lutz que unió con triple toe y cuádruple flip. Sin embargo un doble en el intento de triple axel y una menor valoración artística, le situaron en segunda posición final con una nota de 92,85. El tercer lugar correspondió al kazajo Denis Ten con 89,21.
Minutos antes de terminar sus seis minutos de calentamiento, Javier Fernández abandonaba la pista, una situación anómala que inquietó al público, pero que el madrileño explicaría más tarde. “Nunca me ha gustado competir el primero, así que decidí salir para volver a entrar, una especie de truco mental para hacerme pensar que no soy yo quien abre el fuego. Es algo que mi entrenador Brian Orser solía hacer cuando competía. Me he caído pero he sabido remontar y, lo más importante de todo, es que he limado pequeños detalles en piruetas y pasos con respecto a mi corto en Moscú. Se nota que, durante estos días, hemos trabajado especialmente estos elementos. Mañana no me puedo despistar porque Nathan Chen aprieta y va a por todas. Mi objetivo está claro, volver a ganar para clasificarme, un año más, para final del Grand Prix”, afirmaba convencido.
FOTO: Javier Fernández durante su programa corto en el Trofeo de Francia. Imagen de Diego_Vigo para Hielo Español.